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martes, 20 de marzo de 2012

♥ UN AÑO MAS...♥


LA VIDA ME ENSEÑÓ... 


Con el tiempo he aprendido que la vida es una sumatoria de...sorpresas, de resultados inesperados; un timón que nos hace cambiar el rumbo a gusto y placer sin que nuestras ganas puedan interferir demasiado en sus designios.
Descubrí que sin distingo de género, somos muy complicados, hombres y mujeres por igual, embarcados en una eterna búsqueda en la cual el objetivo no parece ser… ENCONTRAR, sino acumular motivos para seguir buscando y así nos embarcamos en una eterna búsqueda sin saber en realidad que buscamos…
Aprendí que el mostrar los sentimientos, el ser tan transparente, te vuelve invisible a los ojos que te interesan, porque si el amor es bueno, si no duele, parece ser poco interesante. Será por eso que siempre nos enamoramos de la persona equivocada, que a su vez también se enamora de otra persona equivocada y así vivimos, en una cadena de llanto, llorando lo que se fue y lo que no fue, sin tener tiempo para mirar a nuestro lado y ver lo que realmente no deseamos ver, porque el ser felices no nos daría excusa para seguir sufriendo y cuestionando, para sentirnos víctimas y así justifícanos.
Decimos que la gente no nos entiende, pero la realidad es que ni nosotros mismos nos entendemos, ya que tenemos la mala costumbre de insultar a nuestra inteligencia, obrando por impulso, dejándonos dominar por el deseo o la pasión, sin prestar atención a la lógica ni al raciocinio.
Decimos “AMAR” pero no sabemos soportarnos y después de un tiempo resulta ser que ese amor en realidad era deseo, atracción, deslumbramiento o solo un paliativo transitorio para nuestra soledad y apostamos que el próximo será distinto, cuando muchas veces lo distinto solo será nuestra forma de ver las cosas.
Será que somos ilusos soñadores que anhelamos el romance perfecto, la pareja perfecta, ideal, la vida perfecta, sin darnos cuenta que la perfección al igual que la belleza solo existe en nuestros ojos, en la forma en que tengamos o no ganas de ver la realidad.
Así, con el transcurso de los años, nos cansamos de todo y entonces… destruimos, porque siempre es más fácil destruir, deshacer, que reparar, que corregir, que hacernos cargo de nuestros errores.
Le echamos la culpa a la suerte, a la vida, al momento, o simplemente a los otros, porque es muy alto el precio de asumir que decisiones equivocadas nos llevan irremediablemente a situaciones adversas de las que, generalmente, somos únicos responsables.
Así somos, pero todo esto, que en otro momento hubiera sufrido como algo lapidario, hoy lo interpreto simplemente como reglas de juego, reglas que al ser conocidas y aceptadas me han enseñado como jugar, tomando los días de a uno sin buscar demasiados respuestas a lo que quedó atrás ni perdiendo tiempo imaginando lo que vendrá.
Por eso, hoy mis ojos se llenan de sol, mi piel siente el frío, el calor, y eso es lo que me importa.
Por eso ya no cuestiono ni intento entender, he pasado mi vida buscando respuestas a preguntas importantes, y a otras sin sentido, y no he sacado conclusiones que me hayan hecho descubrir un universo nuevo, ni justificado el esfuerzo ni el tiempo invertido.
Por eso hoy tomo las cosas como vienen y disfruto de lo que tengo, de lo que hay.
Por eso espero, porque creo que lo mejor aún está por venir, pero espero sin detenerme a esperar, porque el tiempo vale y no quiero pagar el error de desperdiciarlo de nuevo.
Por eso, en definitiva, estoy aquí, porque entendí que la vida es muy simple, nosotros la complicamos, y muy corta, y como no puedo cambiar lo que no me gusta cuando no depende de mí, simplemente vivo, respiro, sonrío y si me detengo un instante… es solo para darme tiempo, tiempo para poder soñar…


MaRiSa* 




2 comentarios:

  1. Felicidades preciosa, me a encantado tu texto, es una maravilla.
    Besitos

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    Respuestas
    1. muchas gracias Lila, cuando se pasa cierta frontera, piensas en muchas cosas de tu vida, si pudiera, habría cosas que cambiaría y otras no, aunque no me arrepiento de nada de lo que he hecho, pero lo que no cambiaría por nada del mundo es el haber tenido a mis hijos, ellos son todo mi mundo, tanto, que a veces me olvido del mio propio, pero me queda esa gran satisfacción... el tener los a ellos. Un abrazo preciosa, :D

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